Hoy es el cumpleaños de mi madre.... Y cuando pienso en qué tarta hacer siempre me viene el problema de que no le gusta el chocolate!!!! Dios mio.... con lo buenísimo que está.. Así que me paso el pensando en qué tarta hacer... de queso, de fresas, de frutas...Y mira por donde, encontré esta que mezclaba el queso y el café...la pinta la tenía muy buena y después de probarla puedo decir que está muy, muy buena.
Os recomiendo que la probeis.
Ingredientes
Base:
22 galletas María
55gr de mantequilla blandita
Mousse:
3 claras de huevo (con las yemas preparamos unas natillas)
500gr de nata fría para montar
5 hojas de gelatina
250gr queso mascarpone (una tarrina)
250gr de leche condensada de café con leche, bombón. (Yo como no encontré usé leche condensada normal y una tazita de café)
1 cucharada de azúcar glas (opcional) Cacao puro en polvo (valor) para espolvorear.
Preparación
Base:
Triturarmos las galletas en el vaso a vel. 5-10 progresiva. Añadimos la mantequilla muy blandita y volvemos a mezclar al 9. Colocamos el aro en la bandeja donde vayamos a servir la tarta. Con esta mezcla forramos la base apretándo bien y reservamos en el congelador mientras preparamos el mousse.
Mousse:
1.- Con el vaso muy seco montamos las claras a punto de nieve, con la mariposa, vel. 3 1/2, podemos añadir una cucharada de azúcar glas, según lo golosos que seamos. Reservamos en la nevera.
En un plato hondo con agua, hidratamos las hojas de gelatina.
2.- De los 500gr de nata, separamos un cubilete (100gr) en un bol y montamos los 400gr restantes con la mariposa a vel. 3 1/2. No es necesario que nos quede super dura, ya que luego habrá que seguir removiendola con los demás ingredientes y es fácil que se corte. Reservamos en la nevera.
3.- Colocamos en el vaso el mascarpone y la leche condensada bombón removemos 15 segundos a vel. 4.
4.- El bol con la nata, lo calentamos en el micro unos 45 segundos, diluimos en él la gelatina escurrida. Lo pasamos al vaso de la thermomix y mezclamos con el queso y la leche, 15 segundos a vel. 4.
5.- Unimos la nata, la mezcla del vaso y las claras con movimientos evolventes ayudándonos de una lengua de silicona, sin movimientos bruscos para que no se nos corte.
Pasamos la mousse a la bandeja que teniamos reservada en el congelador y la guardamos bien en la nevera o al congelador de nuevo hasta que cuaje. Mucho mejor de un día para otro. Antes de levantar el aro, espolvoreamos con chocolate y adornamos al gusto.
Se puede tomar tanto como semifrio, sacándola del congelador un ratito antes de servir o directamente de la nevera.